Mi primera experiencia con el nudismo fue en mayo de 2019. Venía de una ruptura amorosa y, como solemos decir, estaba en pleno despecho. Sentí que era momento de hacer un cambio en mi vida, de reencontrarme conmigo misma. Así que decidí tomarme unas vacaciones sola...

Año tras año, Colombia ha dejado de ser un espectador más en el mapa del nudismo mundial para convertirse en uno de los países más creativos e innovadores en la organización de eventos nudistas y naturistas. Y no lo decimos nosotros: lo dicen los mismos visitantes internacionales que, al llegar a nuestros festivales, redescubren el nudismo desde una óptica distinta, más cercana, más humana y profundamente alegre.

En mi juventud, a pesar de ser delgado, deportista y aventurero, sufría de muchos complejos con respecto a mi cuerpo. En especial, me avergonzaban mis piernas sin razón alguna, tanto así que al ir a la playa lo hacía vestido, incluso de noche, tratando de ocultar una deformidad que solo existía en mi mente.